La Cámara de Apelaciones del Trabajo resolvió a favor de la CGT y en contra de la Reforma Laboral propuesta por el Gobierno en el DNU 70/2024. Esta decisión marca un hito en la protección de los derechos de los trabajadores y pone límites claros al poder del Ejecutivo para cambiar las leyes laborales.
El tribunal cuestionó si el Gobierno tenía el derecho de usar un “atajo” para cambiar las leyes laborales a través del DNU. La respuesta fue un rotundo “no”. Según el tribunal, el Presidente no puede emitir leyes, a menos que haya una razón muy buena y urgente. En este caso, no hubo una justificación suficiente. El Congreso estaba funcionando, y el Gobierno incluso discutió el DNU con ellos, así que no había ninguna emergencia que justificara el cambio.
El tribunal también reconoció que la CGT tenía razón al impugnar ciertas partes de la Reforma relacionadas con los derechos colectivos de los trabajadores.